Sáb. Nov 23rd, 2024

Durante los 2 primeros años de un bebé ni de broma darle un celular…aunque sea para jugar ‘un ratito’

En el marco del Día Mundial de la Eficiencia Energética, este 05 de marzo, se celebra la importancia en la contribución de la sustentabilidad, reducción de contaminación y la mejora de la salud pública, entre otros. Por tal motivo, es importante contribuir con propuestas para un adecuado manejo de las nuevas tecnologías y mejorar la salud y la calidad de vida en las familias potosinas.

La transformación digital ha sido veloz, profunda e irreversible, alcanzando a las infancias, que gozan de entera libertad para utilizar  dispositivos  electrónicos. El uso de la tecnología es importante para realizar actividades laborales, educativas, de entretenimiento o comunicación, pero puede comprender una mayor exposición a riesgos, tanto en internet para niñas, niños y adolescentes, además de una gama variada de efectos negativos por uso excesivo, como una condición y habilidad física disminuida.

Es decir, les cuesta más trabajo agacharse, patear una pelota, hacer sentadillas, tomar lápices, plumas o colores, algunos externan dolor de cabeza o espalda baja (asociados a mala postura), dietas inadecuadas que tendrán injerencia en estados de sobrepeso y obesidad, afectación de los ciclos del sueño y retraso en el desarrollo del lenguaje.  De acuerdo a recomendaciones por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), durante la infancia (0-6 años de edad), se aconseja lo siguiente:

Durante los primeros dos años de vida, sin exposición a las pantallas. El uso que madres, padres, cuidadores o tutores pueden dar es para videollamadas, música que acompañe el sueño o incluso actividades donde se busque tranquilizar a las niñas o niños; de los 2 a los 6 años, se aconseja limitar el uso de 30 a 60 minutos por día, fomentando la interacción con los cuidadores.

 El uso de los dispositivos digitales como televisión, teléfono, tablet, entre otras, no se debe dejar sin supervisión, debe acompañarse e interactuar a través del uso de estos. El adulto deberá elegir el contenido bajo las siguientes directrices: no violento, educativo, que fomente el desarrollo (repasar colores, números, cuentos en los que se pueda interactuar mostrando imágenes para identificar, hablar de amistad o emociones, relajación, etc.)

El establecer horarios y rutinas para el uso de dispositivos (después de terminar con tareas o deberes, delimitando tiempos y respetando los mismos). No utilizar dispositivos durante los horarios de comida ni una hora antes de dormir.  Evitar usar la tecnología como medio para entretener o calmar a las hijas o hijos y nos permita hacer actividades. No se debe olvidar que el desarrollo de los niños se produce a través del contacto y las experiencias que se adquieren durante las actividades fundamentales como el juego, contacto e interacción con otras niñas y niños, la exploración y convivencia con sus cuidadores principales.

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