Si bien las manifestaciones a largo plazo por covid-19 no han sido completamente estratificadas por sexo o edad, encuestas nacionales e internacionales apuntan a las mujeres como el sector más afectado por las secuelas y a los hombres más propensos a desarrollar una enfermedad severa, dijo Angélica Cuapio, investigadora en inmunología en el Instituto Karolinska en Suecia y egresada de la UNAM, en entrevista con MILENIO. “Sobre las secuelas se ha visto en diferentes encuestas a nivel nacional en distintos países, que las desarrollan más mujeres entre 30 y 60 años y esto varía un poco dependiendo del lugar. El mecanismo del virus para infectar nuestro cuerpo, es que necesita llegar a nuestras células y para poder entrar necesita encontrar ese receptor que se llama ACE2, el cual se encuentra expresado en gran parte de los tejidos que tiene nuestro cuerpo. “Antes se pensaba que quizá estaba presente solamente en los pulmones y en algunos órganos del sistema respiratorio, pero los estudios actuales describen su presencia en gran parte de los tejidos del organismo. Uno de los argumentos en actual polémica es que esta proteína se encuentra de forma importante en el sistema reproductor masculino, lo que puede ser unas de las razones porque el covid infecte más”, indicó. A través de un estudio publicado en la revista digital medRxiv, la doctora Cuapio junto a seis científicas -en su mayoría mexicanas-, revelaron que 80 por ciento de los pacientes con covid-19 han presentado, al menos, uno de los 55 síntomas hasta cuatro meses después de haber sido dados de alta. Siendo la fatiga el efecto más frecuente en promedio, reportado a 100 días del diagnóstico del virus SARS-CoV-2. Tras analizar los datos de más de 47 mil pacientes de 17 a 87 años en países como México, Estados Unidos, China, Egipto, Australia y Europa; identificaron 55 secuelas, correspondiente a síntomas clínicos como fatiga, dolor de cabeza, dolor articular, anosmia (pérdida de olfato) y ageusia (ausencia del gusto). “Las cinco manifestaciones más frecuentes fueron fatiga (58 por ciento), dolor de cabeza (44 por ciento), trastorno de atención (27 por ciento), caída de cabello (25 por ciento) y disnea (24 por ciento)”, refiere el documento. No obstante, otros síntomas se relacionaron, en menor medida, con enfermedades pulmonares, cardiovasculares y hasta neurológicos como demencia, depresión, ansiedad, trastorno de atención y trastorno obsesivo-compulsivo. Respecto al último rubro, las investigadoras concluyeron que la etiología de los síntomas neuropsiquiátricos es compleja y multifactorial. Sin embargo, podrían estar relacionados con el efecto directo de la infección, los efectos secundarios de los medicamentos, así como los aspectos sociales de tener una enfermedad potencialmente mortal. Al día de hoy, puntualizó, no se sabe con exactitud si esto se traduce como un síndrome, una enfermedad o el conjunto de signos o indicadores aislados posteriores al coronavirus por la falta de investigación del fenómeno. Además, no existe un término consensuado para el mismo; distintos autores han utilizado las terminaciones: síndrome post covid, síntomas persistentes de covid, covid largo, covid agudo, entre otros. “Esta semana, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el doctor Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas en ese país, sugirió el término de secuelas post agudas del SARS-CoV-2 (PASC por sus siglas en inglés, Post-Acute Sequelae of SARS-CoV-2 infection), y es el término que ya vamos a estar escuchando”, dijo. La doctora Cuapio adelantó que se avecina una ola larga de secuelas, trayendo un problema de salud pública y por ello, se necesita mayor colaboración multidisciplinaria incluyendo clínicas post covid y estudios especializados en síndrome post infecciosos no sólo en México, sino a nivel mundial. El estudio disponible en https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2021.01.27.21250617v2.full consistió en una revisión sistemática y metaanálisis por cinco meses, de distintos artículos con datos originales sobre la detección a largo plazo de personas contagiadas, antes del 1 de enero de 2021 y con un mínimo de 100 pacientes, independientemente si fueron hospitalizados o asintomáticos. “Se identificaron un total de 18 mil 251 publicaciones, de las cuales hicimos una filtración llegando a un número de 823 artículos, al final 15 cumplieron los criterios de inclusión. El tiempo de seguimiento osciló entre 14 y 110 días después del diagnóstico de la infección viral”, señaló. El estudio también está firmado por Sandra López-León, médica con doctorado en epidemiología en Nueva York; Talia Wegman-Ostrosky, médica oncogenética en la Ciudad de México; Rosalinda Sepúlveda, psiquiatra investigadora de la Escuela de Salud Pública de Harvard; Paulina A. Rebolledo, médica internista infectóloga en el Hospital de Emory en Atlanta; Sonia Villapol, neurocientífica y profesora en el Instituto de Investigación Houston Methodist y Carol Perelman, química farmacobióloga.