El pasado domingo, cuatro personas fueron asesinadas al interior de un centro de rehabilitación en Guanajuato.
El crimen ocurrió en la comunidad de La Purísima, en el municipio de Apaseo El Alto, que tiene poco más de 117 mil habitantes y está ubicado en una de las zonas más violentas de la región por los enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico.
Sujetos armados llegaron al domicilio en donde se atienden personas con problemas de alcoholismo y comenzaron a disparar, de acuerdo con los primeros reportes de las autoridades locales.
Posteriormente, entraron en el lugar y asesinaron a cuatro jóvenes.
Guanajuato, ubicado en la región centro de México, enfrenta una incesante ola de violencia desde el 2018, producto de la disputa de grupos del crimen organizado por el control del territorio.
En esta cruenta guerra protagonizada por el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel Santa Rosa de Lima, los centros de rehabilitación -también conocidos como anexos- han sido focos de diversas matanzas.
Justamente en uno de estos lugares ocurrió la masacre más brutal en la historia reciente de Guanajuato. En el municipio de Irapuato, el 1 de julio del año pasado, un comando armado ingresó a un centro de rehabilitación y mató a 27 personas.
Un mes antes de este hecho, en otro anexo de Irapuato, fueron asesinados otros 10 jóvenes.
El 2 de agosto, las autoridades capturaron a José Yépez Ortiz, alias “El Marro”, líder del Cártel Santa Rosa de Lima, si bien la violencia no ha cesado en la región.
En el 2020, Guanajuato sumó 4 mil 490 víctimas de homicidio doloso, convirtiéndose por tercer año consecutivo en el estado con más casos en México, país en donde el año pasado fueron asesinadas 34 mil 531 personas.